El origen del "otohime" 音姫. Una historia de Princesas y pedos.


¿Quién es?

Si habéis leído cualquier libro de cultura Japonesa, seguro que conocéis a 乙姫 Otohime (princesa más joven), la princesa dragón de los mares, famosa por la fábula de Urashima Tarô.
También os sonará para quienes sigáis Yokai Watch, su versión como Yôkai.



Pero no hemos venido a hablar de este OTOHIME.

¿Qué es?

Existe otra cosa llamada 音姫 Otohime (sonido y princesa), pero su significado difiere mucho del anterior.
Poca gente conoce la vergüenza que sienten las japonesas cuando van al baño, y es que para ocultar su paso por algo tan cotidiano como orinar o defecar, ocultaban el sonido que hacían en el interior tirando de la cisterna y mientras el váter hacía ruido, aprovechaban para hacer sus cositas. Pero para evitar el gasto de agua que supone, inventó allá por los años 80 estos aparatos tan modernos que pueden llevar encima, que al activarse, producen el sonido del agua al caer sin necesidad de gastar agua realmente.


Sin embargo, algunas mujeres piensan que el otohime tiene un sonido artificial y prefieren seguir vaciando la cisterna. De momento, parece que no hay demanda de estos dispositivos en los baños masculinos, por lo que raramente están instalados en ellos. Pero no acaba ahí la historia, ya que muchos retretes, vienen con ello incorporado. Algunos ya conoceréis los retretes japoneses y sus chorros pero... 


Como podemos observar en esta imagen los botones de izquierda a derecha (parar, limpiar el culo, limpiarse las chicas después de orinar, y música)
En la línea de debajo, la presión del agua y el volumen de la música.

Hasta aquí para aquellos más entendidos todo sería normal. Pero ahora viene, lo más curioso, cosa que ni siquiera muchos japoneses conocen.

Origen

Pero, ¿desde cuándo viene esta costumbre y cómo nació?

Todo se remonta al Peíodo Edo (1603-1868). Época dónde surgen importantes cambios que llevarán a Japón rumbo al que hoy en día conocemos. 
Después de cientos de años con guerras, por fin conseguirían una estabilidad. La gente dejó de preocuparse porque alguien viniera y asaltase el pueblo sembrando el caos, pudiendo enfocarse en cultivar su mente en diferentes artes, y encontrar la manera de.... Disimular los pedos que se tiraban.

Pero aunque los pedos son algo bastante común, para la gente, al igual que hoy en día, no era algo muy refinado. Así que nació una nueva profesión en el mundo.


屁負比丘尼 (へおいびくに) Una mujer que se culpaba de los pedos de las princesas y que hacía ruido con agua cuando las princesas iban a miccionar o defecar.
Esta monja, llamada Heoibikuni, era una sirviente que vivía cercana a las nobles y aristócratas mujeres del Japón de entonces, como su buen adalid debía proteger, en este caso, de la vergüenza que le podía producir a la joven, hacer sus cosas con la presencia de invitados. Pero su cometido no acababa ahí, ya que su tarea más importante era, si a la señorita accidentalmente se le escapaba un pedo, debía autoculparse y disculparse por tal grosería, dejando a la señorita en buen lugar ante la vergüenza que podría sentir tanto ella como sus invitados.


Pero esto no se limitaba únicamente a la recepción de invitados. Cuando las jóvenes tenían una cita con algún pretendiente, esta monja debía acompañar a la señorita, ya sabéis, por si acaso se le escaba algo durante la cena. ¡Menuda decepción podría llevarse el futuro marido si descubriese que su futura esposa se tira pedos! ¿No os parece?

Uno de los instrumentos más importantes para este cometido era esta jarra 音消し壺 (otokeshitsubo).


Como supondréis, llenaban la misma de agua y la dejaban caer en las piedras haciendo ruido para evitar escuchar lo que quiera que hiciera su ama en el baño.


Esta investigación la realicé gracias a una amiga japonesa que es muy friki de la historia. Os dejo con esta bonita imagen para el recuerdo.




Fuentes:

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